¿Qué es el Asperger?


El Síndrome de Asperger (SA) es un trastorno del desarrollo incluido dentro de los Trastornos de Espectro Autista (TEA).

Las personas con este diagnóstico tienen severas y crónicas incapacidades en lo social, conductual y comunicacional. Cada persona con Síndrome de Asperger no es igual, cada una tiene una personalidad diferente, pero comparten unos rasgos comunes, que se pueden agrupar en tres áreas nucleares:

-         Interacciones y habilidades sociales
-         Lenguaje y comunicación
-         Inflexibilidad cognitiva.

Los déficit socio-emocionales se traducen en dificultades importantes en la vida cotidiana de la persona con SA para relacionarse con sus iguales, iniciar y mantener amistades, dificultad para comprender los estados emocionales propios y de las otras personas y/o problemas para comprender determinadas situaciones sociales. Puede haber una ausencia de la tendencia espontánea a compartir intereses, disfrutes y objetivos con otras personas.

En cuanto a las dificultades en el lenguaje y la comunicación, se encuentran déficits en el mantenimiento de una conversación, tales como una interpretación literal del lenguaje, estilo de comunicación pedante, rígida, excesivamente formal, sin dobles sentidos, sin turnos de conversación, discursivo, monotemático... En definitiva, una grave deficiencia en el uso semántico-pragmático que hace que no sea capaz de expresar sus ideas de forma lógica u ordenada. Asimismo hay otras alteraciones pragmáticas como dificultad para establecer el contacto ocular con el interlocutor, expresiones faciales y posturas corporales no ajustadas al contexto, y alteraciones en el uso y comprensión de gestos reguladores de la interacción social.

La tercera área afectada es la inflexibilidad cognitiva, la preocupación absorbente por uno o varios temas de interés estereotipado y restrictivo, la adhesión aparente a rutinas o rituales específicos no funcionales, a estereotipias motoras, etc.

Además en la mayoría de los casos estas personas presentan torpeza motora y una gran dificultad para planificar y programar actividades futuras.

Los niños con Síndrome de Asperger se caracterizan por ser torpes socialmente y relacionarse mejor con niños más pequeños o adultos, en muchos casos no tiene conciencia de los sentimientos o las intenciones de otros,  se alteran fácilmente por cualquier cambio de rutina, lo que causa continuas rabietas; es literal en la comprensión del lenguaje, además de tener un amplio vocabulario y una gran memoria, es muy sensible a los sonidos fuertes, luces, olores, sabores; suele tener fijación por un tema u objeto.

En los adultos, se mantienen algunas de estas características, aunque debido a que presentan un aspecto e inteligencia normal, las dificultades sociales y comunicativas pueden ser muy sutiles, pero no por ello poco relevantes, ya que les proporciona a ellos y a sus familiares problemas en todos los ámbitos.

Una detección e intervención temprana, un buen ambiente familiar y escolar y una buena capacidad de aprendizaje, son factores que predicen un mejor ajuste social y emocional en la vida adulta.






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