jueves, 18 de febrero de 2021

Relato 18F: "Llena de color"


Desde que era pequeño me enseñaron a disfrutar de lo bonita que es la vida, y realmente lo es y también me adoctrinaron y enseñaron lo duro que puede ser este camino, tan largo y en ocasiones tan oscuro.

Desde pequeño hasta que maduré, mi vida era una película de ciencia ficción, una increíble aventura sin precedentes, era muy divertida y todo lo que me rodeaba estaba lleno de color y lleno de esperanza, sin embargo, pasados los años me fui dando cuenta de que todo se iba decolorando, que no era verdad, que vivía en un dulce sueño y donde existía y lo que veía no era lo que realmente era.

Y todo eso cambio hace no mucho, cuando yo tenía mis catorce años, poco a poco me fui dando cuenta de lo lúgubre y sombrío que era todo lo que me rodeaba, estaba solo, lleno de miedo, voces que atormentaban, lleno de odio por dentro y dejé de ver el bello cielo azul por una tonalidad triste de un gris, vi a lo que todos se referían.

“El mundo se va a pique” o “el mundo se va a acabar tarde o temprano”, ese tipo de frases destruyeron lo poco que quedaba de ese joven chico que solo quería jugar y divertirse, y todo este tipo de opiniones venidas por los noticiarios, los periódicos e incluso las charlas entre compañeros, todo lleno de negatividad y de malas caras.

Eso me llenaba el pecho de dudas como, por ejemplo: ¿Podré cambiar algo? ¿Seré capaz de hacer algo para ver a la gente feliz? La respuesta la supe en el mismo momento en el que empezaría a ser realmente feliz y dejar mis dudas atrás, fue un no rotundo.

Todo cambio cuando con mis dieciocho años me di cuenta de que en esta vida estamos por un motivo, por un porqué, y todos los que estamos aquí debemos de agradecer a la vida por dejarnos estar pues, vivos ya que sin ella no podría jamás haber visitado la belleza mediterránea de Italia, las iluminadas y enormes calles de Manhattan y muchos más viajes que sé que me quedan por vivir.

Al fin y al cabo, me di cuenta yo mismo de que la vida no es un tono de grises o es lleno de color dependiendo de donde nazcas, situación económica, no, en absoluto. Lo que realmente me hace ver a la vida con otros ojos y por lo cual estoy bastante agradecido es por mí ya que sin mí mismo no hubiera sido feliz.

Y sé que en ocasiones hay días más o menos grises y sé que en esta vida no es felicidad y alegría, la vida no es como los medios de comunicación te quieran trasmitir, la vida es para vivir dentro de ella, tu solo tienes la oportunidad de ver las cosas que te regala la vida y de disfrutarlas

“La vida no es una escala de grises, la vida es llena de color sin importar como la mires”


Pablo (Caste), 19 años


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